A 10 CENTÍMETROS DEL SUELO Y LO QUE DURA UN CIGARRO (O DOS)
No sé por qué, pero me encanta sentarme en bordillos, poyetes o como quieras llamarlo. Paso horas ahí leyendo, anclando pensamientos o simplemente viendo la vida pasar. Ahora, estoy aprovechando para escribir lo primero que se me pasa por la cabeza. No sé dónde acabará esto, lo que sí puedo prometer es que cada capítulo lo escribo a 10 centímetros del suelo y en lo que me dura un cigarro (o dos).
Esto está en proceso, dejo una muestra.